Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Unió de Pagesos participa en la manifestación organizada por la Asamblea Nacional Catalana

Acto reivindicativo del soberanismo catalán con motivo de la celebración de la Diada de Catalunya

Alonso Aguilar

El sindicato agrario catalán Unió de Pagesos muestra su apoyo a los actos reivindicativos que se celebran en Cataluña con motivo del 11 de septiembre. En esta ocasión la Diada de Catalunya se ha convertido en un acto de reafirmación del nacionalismo catalán, que pide abiertamente un estatus de autonomía independiente del resto del Estado español, hecho que ha desatado la polémica.

Cataluña celebra este 11 de septiembre una Diada marcada por la manifestación de esta tarde en Barcelona de carácter soberanista, convocada por la Asamblea Nacional Catalana y que cuenta con el expreso apoyo del Govern de Artur Mas. La organización agraria Unió de Pagesos ha mostrado también su apoyo a este acto reivindicativo, con la presencia en la marcha de su coordinador nacional, Joan Cabal, entre otros miembros de su ejecutiva.

Generalitat de Catalunya

Generalitat de Catalunya

El lema escogido para esta manifestación, "Catalunya, nou estat d’Europa", hace clara alusión a las ansias de independencia de un amplio sector del pueblo catalán, demandando formar parte de la Unión Europea como Estado independiente del resto de España. La marcha, que se inició a las 6 de la tarde en el cruce entre Gran Vía y Paseo de Gracia, tiene previsto concluir a las puertas del Parlament de Catalunya.

El principal sindicato agrario de Cataluña participaba también esta mañana en la tradicional ofrenda floral que cada año se realiza ante la tumba de Rafael Casanova, en la iglesia Sant Baldiri de Sant Boi de Llobregat. Junto a la cooperativa agraria de Sant Boi, representantes de Unió de Pagesos han depositado una cesta con frutas y verduras recogidas en el Parque Agrario del Baix Llobregat.

Joan Casanova es un personaje histórico que fue protagonista de los hechos que se conmemoran en la Diada, siendo éste el Conseller en Cap de Barcelona durante el bombardeo al que se sometió a la Ciudad Condal por parte de los ejércitos partidarios del candidato francés al trono de España (Felipe V, de la casa Borbón), allá por 1714, en las postrimerías de la Guerra de Sucesión Española que tuvo lugar entre 1701 y 1713. Su figura ha pasado a convertirse en icono del independentismo catalán, aunque los críticos a este movimiento soberanista lo consideran simplemente como un partidario del candidato de los Austrias, la otra casa real europea implicada en la pugna por heredar los dominos del difunto Carlos II, "el Hechizado". Desde un punto de vista puramente histórico, con la imparcialidad que esta disciplina requiere, los hechos que se conmemoran en la Diada no se justifican desde posturas puramente independentistas, pero mucho menos desde la sesgada visión del "austracismo". Como siempre, las cosas resultan ser bastante más complejas.

El hecho es que otros asuntos de mucha más actualidad sí que se encuentras detrás de este acto de revindicación nacional por parte de los sectores indepentistas de Cataluña, como la pugna de la Generalitat con el Gobierno central por el ansiado "Pacto Fiscal". Respecto a la ofrenda con productos frescos de Baix Llobregat, sirva este año para celebrar que el futuro del parque agrario se ha librado del megalómano proyecto del magnate Sheldon Adelson, si no lo conocen quizá sí les suene una cosa conocida como "Eurovegas", ese "brote verde" que celebran adláteres y voceros de la Casta (enhorabuena por los pingües beneficios que algunos "castellanos" buscaban con tanta ansia, que ya se otean en el horizonte). El magnate Adelson, ese financista de tomadores té, el mismo personaje que no quiere oir hablar de esas otras cosas llamadas sindicatos, que tan sólo sirven para garantizar los derechos laborales de los trabajadores y otras tonterías similares. Vamos, lo que se dice poner palos a la rueda del progreso, perdón, desarrollo.

Mezclando ambos asuntos, independentismo y continua erosión de los derechos de las clases medias trabajadoras, hay quienes utilizan torticeramente este último asunto, sucintamente referido como "crisis", para desvirtuar la legitimidad del primero, destacando que no está el horno para tanto boyo. En definitiva lo que han hecho desde siempre, especialmente para negar lo segundo: Lo relativo a los derechos de los trabajadores, ya sean éstos catalanes o ecuatorianos (o si no, esperemos a ver qué ocurre con la "Pelotazolandia" citada en el párrafo anterior). Respecto a lo de la Unió de Pagesos, decir que están en su completo derecho a posicionarse. Porque, aparte de ser agricultores y ganaderos, también son seres tan pluricelulares como racionales. Y que una cosa no quita la otra, que se puede estar en crisis y reivindicar la independencia.

Eso sí, que se pregunten si los precios en origen que perciben por su trabajo variarían en caso de conseguir la escisión del resto del Estado español. A mí me parece que no.

Feliç Diada a tots els catalans, independentistes o no.

Alonso Aguilar

Director de Boletín Agrario