Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

El sector primario vasco deberá incrementar su competitividad para adaptarse a la futura PAC

Esta es una de las principales conclusiones de la jornada "Reforma de la Política Agraria y de Desarrollo Rural de la UE"

Gobierno Vasco

El pasado jueves, 22 de diciembre, se celebró en el centro IMK de Akaute (Vitoria-Gasteiz) una jornada sobre la reforma de la Política Agraria Europea, que contó con la presencia de más de un centenar de agricultores y profesionales del sector. Este encuentro forma parte de las iniciativas del Gobierno Vasco para recoger las opiniones del sector primario respecto a esta reforma.

Itsasmendikoi

El sector primario vasco deberá incrementar su competitividad para ajustarse a los requisitos a los que apunta la propuesta de Política Agraria Común 2014-2020 presentada por la Comisión Europea. Esta fue una de las principales conclusiones que trasladaron los expertos reunidos el pasado jueves, 22 de diciembre, en Vitoria, con motivo de la jornada ‘Reforma de la Política Agraria y de Desarrollo Rural de la UE’, organizada por el servicio Europe Direct de Itsasmendikoi (IMK). El encuentro, que reunió en IMK Arkaute a más de un centenar de agricultores y profesionales, da continuidad a la iniciativa puesta en marcha este año por el Ejecutivo vasco para recoger las opiniones del sector primario respecto a esta reforma. Esas aportaciones serán remitidas al Gobierno central con el fin de contribuir a la configuración de la nueva PAC que, según recalcan desde Lakua, está aún por definir.

Raúl Compés, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia y vicepresidente de la AEEA, Asociación Española de Economía Agraria, expresó que el primer problema que debe afrontar la reforma es el de los precios, ya que la sostenibilidad económica es clave para lograr la reestructuración y mejorar la competitividad del sector agrario. El catedrático analizó los retos de la Política Agraria Común, y apuntó que para lograr una mayor rentabilidad de las explotaciones es imprescindible mejorar su competividad, así como aumentar su cuota de valor en la cadena alimentaria, entre otras medidas.

Compés criticó que las propuestas de reforma de la PAC se caracterizan por la indefinición en torno al pago básico, además de por una visión restrictiva y compleja de la agricultura y la ganadería "verde". En cuanto a los aspectos positivos, consideró que los planteamientos realizados son flexibles, buscan la eficacia y el equilibrio, por lo que permiten sentar las bases para realizar un enfoque integrado del desarrollo rural.

El vicepresidente de la AEEA opinó que la reforma de la PAC debe estar orientada a un nuevo paradigma, basado en la multifuncionalidad y que atienda a las funciones redistributiva, estratégica, productiva, territorial y ambiental de la política agraria.

Por su parte, Pablo Medrano, director de Desarrollo Rural del Gobierno Vasco, detalló que la estrategia comunitaria para el 2020 pasa por tres ejes: el crecimiento inteligente, que busca el desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación; el crecimiento sostenible, que promueve una economía que haga un uso más eficaz de los recursos; y el crecimiento integrador, que fomenta una economía con alto nivel de empleo y que disfrute de cohesión social y territorial. En su ponencia, afirmó que el desarrollo rural requiere de la transferencia de conocimientos e innovación, la mejora de la competitividad y de la viabilidad de las explotaciones, la organización de la cadena alimentaria y la gestión del riesgo en agricultura.

Jorge Garbisu, técnico del departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco consideró que la reforma de la PAC "no va a resolver los déficit comerciales del sector agrario vasco, a pesar de que es un texto mejor articulado, con más legitimación social y más acorde a la sostenibilidad productiva del sector". Garbisu afirmó, además, que es muy difícil evaluar el impacto de la reforma en estos momentos, porque muchas decisiones están en manos del Estado y porque todavía hay que esperar al resultado final del proceso negociador para conocer qué sectores pueden verse beneficiados y cuáles perjudicados, y en qué medida.