Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

El MARM presenta a las organizaciones de mujeres el borrador del proyecto de titularidad compartida

En una reunión presidida por el Secretario General del Medio Rural del MARM, Eduardo Tamarit

MARM

El Secretrio General del Medio Rural ha presentado a diversas organizaciones de mujeres rurales el borrador de anteproyecto de ley de titularidad compartida en las explotaciones agrarias. Este texto, antes de su aprobación definitiva, será sometido a un proceso de consultas a las administraciones públicas y a los sectores implicados.

El Secretario General del Medio Rural del MARM, Eduardo Tamarit, ha presidido una reunión con las principales organizaciones de mujeres rurales de ámbito nacional, en donde se ha presentado el borrador de anteproyecto de Ley sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias.

En la última reunión del Grupo Interministerial sobre Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias (GITIC), el pasado 2 de marzo, se aprobó dicho borrador de anteproyecto de ley, basado en el debate y el consenso entre todos los departamentos ministeriales implicados, que posibilita a las mujeres ejercer y disfrutar de todos los derechos derivados de su trabajo en las explotaciones agrarias en términos de igualdad con los hombres.

Este Grupo Interministerial ha celebrado cuatro reuniones plenarias, cuatro reuniones bilaterales entre los distintos Ministerios y el MARM, y una reunión con las principales organizaciones de mujeres rurales de ámbito nacional, en la que se recogieron sus principales sugerencias.

Antes de su aprobación definitiva, dará comienzo el proceso de consultas a las administraciones públicas, y a los sectores implicados, en particular a las organizaciones de mujeres rurales, de acuerdo con los trámites previstos en la Ley del Gobierno, en la búsqueda del consenso más amplio posible.

En el contexto rural y agrícola existe una desigualdad de género, marcado por la masculinización del medio rural, en el que los mercados laborales son restrictivos para las mujeres, y además se mantiene el régimen patriarcal y la jerarquización de las relaciones compartidas.

Entre los principales efectos previstos tras la aprobación de la Ley se encuentran un impacto positivo en la profesionalización de la actividad agraria y el desarrollo de una carrera profesional (reconocimiento profesional y aumento de la participación), el apoyo a la agricultura familiar, el rejuvenecimiento de las actividades agrarias femeninas, la mejora de las cuotas femeninas en las organizaciones o el reconocimiento material de derechos.