Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Un nuevo estudio alerta sobre los peligros de la actual política en materia de biocombustibles

Su uso provocará un aumento anual de emisiones de CO2 en España de más de 9 millones de toneladas

Greepeace

España emitirá nueve millones de toneladas adicionales de CO2 cada año por los planes para aumentar el uso de agrocombustibles. Una nueva investigación advierte del aumento de emisiones de carbono y los cambios en el uso de la tierra. Las principàles organizaciones ecologistas de España realizan un llamamiento al Gobierno y la Comisión Europea para que revisen "urgentemente" sus políticas

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace y SEO/Birdlife llaman al Gobierno español y a la Comisión Europea a revisar urgentemente los impactos reales de los agrocombustibles en el cambio climático y en la soberanía alimentaria, y a priorizar la eficiencia energética en el transporte. La nueva legislación debe tener en cuenta la huella total de carbono de los agrocombustibles mediante la introducción de factores de cambio indirecto del uso del suelo.

"para obtener la materia prima necesaria para cubrir los objetivos de 2020, sería necesario convertir en campos de cultivo y plantaciones una superficie equivalente a 1,5 veces la superficie cultivable de España"

Según un nuevo estudio publicado ayer, 8 de noviembre, los planes para aumentar el uso de agrocombustibles en Europa en los próximos diez años requerirán el uso de hasta 6,9 millones de hectáreas de nuevo suelo en todo el mundo y empeoraría el cambio climático [1].

Esta investigación, encargada por una coalición europea de organizaciones ecologistas y de desarrollo [2], incluye los impactos debidos al cambio indirecto del uso de la tierra que provocan los agrocombustibles. Esto hace que este estudio sea la evaluación más realista hasta el momento de los verdaderos impactos de los objetivos obligatorios de agrocombustibles de la Unión Europea (UE). El estudio llega en un momento clave para la política de agrocombustibles de la UE, ya que la Comisión Europea tiene que informar sobre cómo gestionar y minimizar estas emisiones al final del año.

El informe concluye que, para obtener la materia prima necesaria para cubrir los objetivos de 2020, sería necesario convertir en campos de cultivo y plantaciones una superficie equivalente a 1,5 veces la superficie cultivable de España. Si los países europeos no cambian sus planes para obtener combustibles para el transporte a partir de cultivos alimentarios, se pone en peligro los bosques y los ecosistemas naturales en muchos países, además de perjudicar la lucha contra el hambre y la injusticia en las comunidades del Sur.

Esta investigación analiza por primera vez el uso de agrocombustibles planificado por los Estados miembro de la UE en sus planes de acción nacionales de energías renovables [3] y concluye que:

  • Europa ha establecido un aumento significativo del uso de agrocombustibles. Para 2020, según los planes de acción nacionales, proporcionarían el 9,5% del combustible para transporte terrestre y más del 90% procederá de cultivos alimentarios.
  • Si se tiene en cuenta el cambio indirecto del uso de la tierra producido por la mayor necesidad de superficie agraria, los agrocombustibles emitirán entre 27 y 56 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año, lo que equivaldría a que hubiese en Europa entre 12 y 26 millones de coches más. Concretamente el aumento de emisiones en España sería igual al CO2 generado por un aumento de entre 1,8 y 4,28 millones de coches.
  • Si no se produce un cambio radical en la política de la Unión Europea, los agrocombustibles usados en la próxima década serán de media entre un 81 y un 167% peores para el cambio climático que los combustibles fósiles, cuando la normativa comunitaria requiere explícitamente que sean entre un 35 y un 50% mejores.

Según los planes nacionales, cinco países serán responsables de más de dos tercios del incremento de emisiones. Reino Unido, España, Alemania, Italia y Francia producirán las mayores emisiones debidas a agrocombustibles, en el caso de España, 9,5 millones de toneladas de CO2 extra cada año .

Blanca González Ruibal, de Amigos de la Tierra ha declarado: "Este informe muestra claramente el daño que los países europeos van a causar con sus planes para introducir agrocombustibles. La Unión Europea tiene que dejar de promover falsas soluciones que siguen expoliando los recursos del Sur y afrontar urgentemente una reducción en la demanda de energía en el transporte".

Sara Pizzinato de Greenpeace ha añadido: "La promoción del uso de agrocombustibles no debe ser la única ni la principal vía para el cumplimiento de la Directiva de Energías Renovables en el transporte ya que existen otras opciones cuya sostenibilidad está demostrada, como el establecimiento de estándares estrictos de eficiencia para los vehículos y la aplicación de la electricidad de origen renovable a este sector".

David Howell de SEO/BirdLife asegura que "La investigación muestra que los objetivos de agrocombustibles de la UE suponen una marcha atrás en la lucha contra el cambio climático y la lucha contra el hambre. Mientras no se tengan totalmente en cuenta los cambios indirectos del uso del suelo, Europa continuará subsidiando una alternativa energética que es significativamente peor que los combustibles fósiles a los que sustituiría".

El Ministerio de Industria Turismo y Comercio comunicó recientemente los objetivos de introducción de agrocombustibles acordados para el Estado español en los próximos años, que establecen un 5,9% en 2011, el 6% en 2012 y el 6,1% en 2013. Según Ecologistas en Acción "el Gobierno debe reducir la movilidad motorizada y garantizar que los agrocombustibles se obtienen con materia prima autóctona, sin impactos ambientales y sociales negativos".

Notas:

[1] Institute for European Environmental Policy (IEEP). Noviembre de 2010. Anticipated Indirect Land Use Change Associated with Expanded Use of Biofuels in the EU: An Analysis of Member State Performance. Autora:

[2] Las organizaciones son: ActionAid, BirdLife International, ClientEarth, European Environmental Bureau, FERN, Friends of the Earth Europe, Greenpeace, Transport & Environment, Wetlands International.

[3] El estudio analiza los 23 planes que se habían enviado en octubre de 2010 (Alemania, Austria, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Républica Checa, Rumania y Suecia). http://ec.europa.eu/energy/renewables/transparency_platform/action_plan_en.htm.

  • Esto forma parte de la Directiva de Energía Renovable de la UE.