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Rusia no exportará cereales al menos hasta septiembre de 2011

Putin ha anunciado la ampliación de una prohibición que fue establecida el pasado 5 de agosto

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El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha anunciado que la prohibición para la exportación de cereales continuará al menos hasta septiembre de 2011. Esta medida, que fue adoptada el pasado día 5 de agosto, establecía la suspensión de las exportaciones de trigo, cebada, maíz, harina de trigo y de centeno hasta finales de este año.

Vládimir Putin y Dimitri Mevdéved

Esta noticia no llega de sorpresa. Las extremas condiciones metereológicas que han sacudido a buena parte de la inmensa Federción Rusa, además de la terrible ola de incendios, han provocado enormes pérdidas en las cosechas, especialmente de cereales, de los que se ha perdido hasta una cuarta parte. Tanto es así que Rusia, considerada como una de las "despensas del mundo" y "granero de Europa", ha tenido que importar cereales desde los Estados Unidos por primera vez en este nuevo siglo.

Vladimir Putin ya había dejado la puerta abierta a esta medida cuando, durante una reunión del Consejo de Gobierno, afirmó que se podría "revisar la prohibición de las exportaciones de grano sólo después de que se recoja la cosecha del año que viene y tengamos claras las existencias". Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura ha anunciado un dato revelador: Este año la cosecha de grano será de entre 60 y 65 millones de toneladas, muy lejos de los 97 millones que se recogieron en la pasada campaña. También añaden que para el próximo año se espera llegar al menos a los 85 millones.

"No faltará carne, leche ni azúcar", declaró el presidente ruso, Dimitri Medvédev, en una reunión del Consejo de Estado, el principal órgano consultivo del Kremlin. Medvédev ha reconocido que éste "es un año muy complicado para Rusia", aunque seguidamente insistió en que "no hay premisas de déficit de alimentos". También instó a los gobernadores de las distintas regiones rusas a "supervisar los precios de los alimentos básicos", ante las recientes acusaciones de especulación en los mercados agroalimentarios por parte de productores y consumidores.