Denuncian un aumento de las importaciones de cordero durante la campaña navideña
Piden que el consumidor pueda identificar la procedencia de la carne y denuncian presión a la baja de los precios del lechazo autóctono de CyL
Asaja de Castilla y León ha denunciado las "crecientes y estratégicas" importaciones de cordero, principalmente francés, con las que los intermediarios y mataderos de la región presionan a la baja los precios en el periodo del año más importante para los productores de lechazo de Castilla y León, las fechas navideñas.
En los últimos años esta maniobra "posiblemente legal, pero desde luego inmoral" como subraya Asaja, se ha institucionalizado y generalizado: así, desde mediados de noviembre los mataderos regionales comienzan a importar camiones de lechazos franceses, de razas no enfocadas a la producción de carne de calidad, y a un precio notablemente más bajo que el del lechazo autóctono. "Esa entrada de animales, que se incrementa en diciembre, tiene por único objetivo presionar a los ganaderos de ovino de la región y obligarles a vender por debajo de costes sus lechazos y, a la vez, hurtarles su única posibilidad de mejorar sus golpeadas rentas", afirma Asaja.
Las estadísticas a las que la OPA ha podido acceder demuestran que, mientras en los últimos años la importación de corderos franceses no deja de crecer, en el mismo periodo la evolución de las cotizaciones del lechazo ha sido negativa, a pesar de que en ningún momento ha habido descensos en los costes de producción. En cuanto a la estacionalidad de estas importaciones, queda probada en el hecho de que cerca del 62 por ciento de los 267.831 corderos franceses que llegaron en 2010 lo hicieron en el mes de diciembre, tendencia que sin duda seguirá en 2011, donde ya se aprecia a falta de concluir el año que han llegado a la región cerca de 30.000 corderos galos más que el año pasado.
Asaja es consciente de que importar alimentos dentro de la Unión no es delito, pero considera que sí que hay irregularidades en el hecho de que los mataderos acaben comercializando estos lechazos franceses sin identificar claramente su procedencia o calidad, bajo un mero apunte que indica que han sido sacrificados en Castilla y León. En ese sentido, Asaja exige a las autoridades competentes que el consumidor sea informado con etiquetado claro y bien visible de la procedencia de esta carne, "para que tenga al menos la posibilidad de comprar su lechazo navideño a los ganaderos de la región, como seguramente es el deseo de muchos ciudadanos, conscientes de que así ese beneficio revierte en su tierra. Algo que sin duda hacen los franceses, que tienen muy claro que tienen que consumir producto nacional".
Además, la organización agraria pide a las consejerías de Agricultura y Ganadería y de Sanidad que se exija a todas las partidas que cruzan la frontera española "que cumplan las mismas condiciones sanitarias y de calidad que se cumplen en nuestro país".
Por último, Asaja pide a los ciudadanos, a los consumidores de Castilla y León, que pidan lechazo de la región, un producto de máxima y comprobada calidad. "A veces la gente piensa que no sabe hornear un lechazo como en un restaurante, y que por eso no le sabe igual. Pero casi nunca se tiene en cuenta que no toda la materia prima es igual, que no todos los corderos son iguales. Por eso es tan importante asegurarse de que el lechazo que llega a la mesa de Navidad es de nuestra tierra".