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La Vía Campesina no quiere pasar por contratos lácteos sin precios mínimos

Organizaciones de toda Europa han mostrado su rechazo a los modelos de contrato francés y español

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Este viernes, 21 de enero, se ha celebrado en Santiago el seminario europeo del sector lácteo, organizado por el SLG. Representantes de diversas organizaciones agrarias europeas han discutido sobre la actual situación del sector, centrándose especialmente en los contratos lácteos. Muestran su rechazo a los términos del reciente contrato francés, así como a la propuesta presentada por el MARM

La Vía Campesina no quiere pasar por contratos lácteos sin precios mínimos

Hoy se ha celebrado en la capital compostelana un encuentro a nivel europeo entre representantes de diversas organizaciones de productores lácteos adscritos a la Coordinadora Europea de la Vía Campesina. Un foro de debate con el Sindicato Labrego Galego como anfitrión, en el que se han analizado los principales asuntos que afectan al sector lácteo, además de abordar las posibles iniciativas comunes a adoptar. El tema de los contratos lácteos es, por su vigencia e importancia, la principal entrada en la agenda de los productores de leche cruda, tan sólo comparable a las amenazantes fluctuaciones en los mercados cerealísticos.

Los representates de la Vía Campesina se han reafirmado en su total rechazo al modelo adoptado por el ya aprobado contrato lácteo francés, en el que no se contempla la existencia de un precio mínimo de partida, igual que ocurre en el caso de los borradores que maneja el MARM y que pretende hacer obligatorios a partir del 1 de abril, tras meses de negociaciones atascadas en el seno de la Interprofesional Láctea.

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Este miércoles diversos representantes de los productores gallegos pudieron reunirse en la capital compostelana con la Ministra Rosa Aguilar, con la que discutieron sobre este asunto, además de la futura reforma de la PAC y otras cuestiones relacionadas con el sector vitivinícola de la región, como informaban desde el propio SLG . Su secretaria general llegó a calificar esta posible aplicación forzosa como un error histórico. Carme Freire declaró entonces que "se va a cometer un error histórico [desde el MARM] si se nos obliga a firmar contratos en el sector lechero sin que haya ningún tipo de garantías de precios que cubran, por lo menos, los costes de producción y el trabajos en las explotaciones", añadiendo además que esto sería "equivalente a poner en manos de la industria y la distribución la posibilidad de extorsionar a todo el sector con el aval del Ministerio, ya que en esa situación no tendríamos ni precios ni ayudas".

Lidia Senra, responsable del grupo de trabajo de la Vía Campesina en el sector lácteo, ha vuelto a recordar la alerta que lanzaron hace ya meses desde esta agrupación de organizaciones europeas: si este tipo de contratos se llega a aplicar "ahogará las explotaciones y la vida en el medio rural", algo en lo que ha coincidido la propia Carme Freire durante el discurso de apertura de las jornadas. La representante del SLG ha aportado un dato rotundo, cifrando en uno por minuto el imparable goteo de explotaciones ganaderas que tienen que echar el cierre en toda europa. Una cruda realidad amparada, según Freire, por las políticas lácteas dictadas desde Bruselas, que avocan al sector hacia una situación de "total liberalización".

El contrato lacteo del MARM y una INLAC de bajo perfil

Este jueves, la agencia de noticias EFEAGRO anunciaba disponer de una copia del borrador del contrato del MARM y daba a conocer los principales aspectos de su contenido. Tal y como podemos leer en el enlace al diario ABC, "en ningún caso podrán alcanzarse acuerdos que estén relacionados con la "partición de mercados" y que puedan producir distorsiones de la competencia". También indica el borrador que estos acuerdos no podrán afectar "al correcto funcionamiento de la organización del mercado, referirse a la fijación de precios o crear discriminación o eliminar la competencia en relación de una proporción importante de los productos de que se trate".

Este escenario dejaría a la Interprofesional Láctea en una situación bastante comprometida, restándole gran parte de su capacidad negociadora y de decisión. Por no hablar de que cada medida que se adopte por parte de INLAC deberá ser remitida a las instituciones comunitarias, que dispondrían de un plazo de tres meses para revocarla en caso de encontar incompatibilidades con el marco legal de la Unión.

Volviendo al encuentro de hoy en Compostela, la responsable del sector lácteo del Sindicato Labrego Galego, Lupe Prado, ha afirmado que la imposición de estos contratos sin precios mínimos universales se dan en un contexto en el que se pretende "desmantelar la negociación colectiva de precios y sustituirla por una negociación fragmentada con asociaciones de profesionales". Respecto a las graves consecuencias que puede acarrear el hecho de no adoptar el modelo de contato obligatorio, el portavoz de la Confédération Paysanne de Francia, Josian Palach, denunciaba que en el caso de su país las sanciones económicas podrían ascender a los 75.000 euros, alertando además de la intención del Gobierno español de retirar las ayudas a aquellas explotaciones que no firmen.

No deja de ser paradójico constatar que una iniciativa surgida desde los propios productores se les presenta ahora como amenazante imposición. El concepto de contrato agrario obligatorio de compra venta partía de la necesidad de imponer un marco regulador en las transacciones en origen, para proteger así a los productores, el eslabón mas frágil de toda la cadena, junto al consumidor final. Algo difícil de conseguir en la práctica si adulteramos el propio germen de la idea, que no era otro que el establecimiento de unos precios mínimos de carácter universal que aseguren al menos unos beneficios para los productores por encima de costes. Por no hablar de la necesidad de contar con un tejido productivo capaz de ejercer su propia voz.

Respecto a las organizaciones de productores, el borrador del contrato que se prevé establecer a partir de abril en nuestro país establece que "serán entidades con personalidad jurídica propia y que cumplan finalidades como garantizar que la producción se ajuste a la demanda u optimizar los costes de producción". Las distintas organizaciones deberán agrupar unos mínimos de producción de 300.000 toneladas en el caso de la leche y de 30.000 para oveja y cabra. Estas cifras se reducen considerablemente para el caso de las regiones insulares y las denominaciones de calidad, quedando en 10.000 y 1.000 toneladas respectivamente.

Vía Campesina anuncia que sus organizaciones estudiarán las vías legales para presentar la impugnación a unos contratos obligatorios en las condiciones que todo apunta. "Nosotros no vamos a permitir eso, no vamos a tolerar que se de por hecho algo que ni siquiera está aprobado en la Unión Europea", ha afirmado hoy Lidia Senra.

Para conocer mejor la postura que mantiene la Vía Campesina en relación a los contratos lácteos obligatorios planteados, es muy recomendable la lectura de su informe sobre la propuesta legislativa de la Comisión Europea para el sector lácteo, del que destacamos lo siguiente:

" Los contratos entre los productores y las industrias lácteas en la forma propuesta serán perjudiciales para los productores mientras no haya una regulación europea de la producción y del mercado. Constituyen, sobre todo, una solicitud de la industria, que quiere asegurarse de su recaudación, y para especular en los mercados de futuros. Para algunas industrias lácteas, el cese de muchas granjas lecheras por la crisis o el traslado a otros cultivos (como el maíz convertido en biogás en Alemania) no hace sino aumentar los temores de escasez de suministro. En el informe que acompaña a la propuesta, la Comisión menciona al final que "podría considerarse como otro instrumento para estabilizar el mercado y como una medida excepcional. ... una "cláusula aplicable en caso de perturbación del mercado", que permitiría a los productores de leche, de forma voluntaria, reducir los envíos a cambio de una compensación". Se reconoce que la política lechera desregulada y sin control de la producción podría conducir a nuevas crisis. Es una propuesta en contra de los aumentos de la cuota europea y con su desaparición programada. En lugar de la reducción propuesta, a expensas del contribuyente, bastaría con reducir la cuota europea.

La privatización de la política lechera (9-12-2010)