El carbonato cálcico puede facilitar el proceso de elaboración de aceite de oliva
La UJA investiga un nuevo coadyuvante natural para facilitar el proceso de elaboración de aceite de oliva en las almazaras
El grupo de investigación Ingeniería química y ambiental de la Universidad de Jaén vinculado al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) investiga un nuevo coadyuvante natural que desea incorporar al proceso de elaboración del aceite de oliva. Se trata de carbonato cálcico, un compuesto muy barato y abundante en la naturaleza.
El grupo de investigación Ingeniería química y ambiental de la Universidad de Jaén vinculado al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) investiga un nuevo coadyuvante natural que desea incorporar al proceso de elaboración del aceite de oliva. Se trata de carbonato cálcico, un compuesto muy barato y abundante en la naturaleza que, según explica el responsable del grupo, Manuel Moya, mejoraría enormemente el proceso de elaboración de aceite de oliva sin interferir en su calidad y en sus propiedades.
El coadyuvante es un compuesto que se añade a la pasta molida de la aceituna en el momento en que ésta entra en la batidora para que mejore el proceso de elaboración del aceite de oliva a partir de dicha masa. Las almazaras suelen utilizar talco como coadyuvante. El investigador de la UJA explica en este sentido que “el carbonato cálcico es más barato y abundante que el talco y ayuda a separar la emulsión de aceite y agua”. Esto significa que facilita la separación del aceite (entendido como el jugo oleoso) del agua y de los elementos sólidos, facilitando la extracción de un aceite más limpio y puro. Por otro lado, el uso de este compuesto permite que se pueda batir la masa aceitosa en frío (24-25ºC) consiguiendo una mejor calidad sin perder rendimiento.
Este nuevo coadyuvante ha sido patentado por la empresa Minera del Santo Ángel (Gilena, Sevilla) que colabora con el grupo de la UJA en la puesta a punto de este compuesto de cara a los procesos industriales. “Estamos a la espera de que el Ministerio de Sanidad autorice su utilización, y que incluya el carbonato cálcico en la lista de sustancias que pueden usarse legalmente como coadyuvantes”, subraya Manuel Moya.
El grupo también desarrolla otras líneas de acción relacionadas con este campo científico. Una de ellas se centra en desarrollar el concepto de biorrefinerías para sacar el máximo provecho de la biomasa residual. “Se trata de separar todos los componentes de la biomasa y utilizar cada uno de ellos para generar antioxidantes naturales, alimentos de carácter probiótico y biocombustibles entre otras cosas”, subraya el experto. Igualmente, el equipo investiga diversas posibilidades para depurar las aguas residuales industriales, entre ellas las que resultan del proceso de extracción del aceite de oliva.