Conclusiones del Seminario Taller sobre “agroecología, resiliencia al Cambio Climático y cooperación para el desarrollo” organizado por SEAE en la UPV
SEAE
«Adaptarse al cambio climático no es cuestión de modificación genética, sino de utilizar prácticas realmente sustentables y cambiar los hábitos de consumo actuales». Conclusiones del Seminario Taller sobre "agroecología, resiliencia al Cambio Climático y cooperación para el desarrollo”, celebrado el pasado jueves 18 de abril en la Escuela de Ingeniería Agronómica y Medio Natural de la UPV
La utilización de prácticas agrícolas sostenibles, como las que comúnmente utilizan los agricultores ecológicos conduce a una sensible mejora de las existencias de carbono del suelo y logran que la agricultura ecológica (AE) se adapte mejor al cambio climático que los sistemas agrícolas convencionales. Ejemplos de estas prácticas son el uso de fertilizantes orgánicos o la rotación de cultivos incluyendo leguminosas, granos y cultivos de cobertura.
La adaptación al cambio climático se puede realizar fortaleciendo la biodiversidad de los agrosistemas con la selección natural y mejorar del material genético que disponemos como promulga la agricultura ecológica (AE), y no con nuevas variedades modificadas genéticamente (OMG). La reducción de emisiones de gases efecto invernadero (GEIs) en agricultura ecológica, está asociada a la fertilización orgánica: fabricación de fertilizante y secuestro de carbono. Además esto debe ir acompañado de un cambio sustancial en los hábitos de consumo humano que es necesario propulsar.
Estas fueron las principales conclusiones del Seminario Taller sobre “agroecología, resiliencia al Cambio Climático y cooperación para el desarrollo”, que se celebró el pasado jueves 18 de abril en la Escuela de Ingeniería Agronómica y Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), a la que asistieron unas 70 personas que fueron organizadas por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) y el Centro de Estudios Rurales y Agricultura Internacionales (CERAI), en la que participaron investigadores de diversas entidades que trabajan en este ámbito como J Domingo (FGN), E Calvo (CEAM), A Domínguez (IVIA), E Aguilera (UPO), J Prohens (SECH-UPV), entre otros. SEAE participa en la Red Iberoamericana de Agroecología para el desarrollo de Sistemas agrícolas resilientes al cambio climático (REDAGRES), con otras organizaciones de América Latina, que promueve estudios entorno a esta temática.
Asimismo, la AE favorece la mitigación de los efectos perversos del cambio climático se consiguen, evitando la quema de biomasa y las emisiones asociadas a la producción de fertilizantes y pesticidas sintéticos. La acumulación de materia orgánica en el suelo aumenta la capacidad de retención de agua y protege al suelo de la erosión reduciendo la vulnerabilidad a la sequía y los eventos extremos de precipitación. La adaptación se ve apoyada por el aumento de la diversidad del ecosistema agrícola en las fincas de AE, que suelen contar con un mayor número de especies y variedades cultivadas y una mayor diversidad natural, que se ve favorecida por la reducción de los aportes de nitrógeno y la ausencia de pesticidas químicos. La alta diversidad, junto con el menor coste por insumos externos de la AE es fundamental para reducir los riesgos de producción asociados a fenómenos meteorológicos extremos. Estas prácticas son partes esenciales del sistema de producción ecológico, en contraste con la mayoría de los sistemas convencionales, donde solamente juegan un papel de menor importancia. Por tanto, la adaptación al cambio climático desde la AE, se realiza desde el conocimiento: a) con la innovación tomando en consideración Ciencia y saberes tradicionales; la diversificación que reduce riesgo y da autonomía a los sistemas de producción y el manejo de la materia orgánica, el agua y los ciclos de nutrientes.