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Crean un sensor que detecta compuestos químicos procedentes del plástico en la leche

Desarrollado por investigadores de la Universidad de Jaén, permite detectar el Bisfenol A (BPA) en muestras de leche

Fundación Descubre

Investigadores del Departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de Jaén han creado un sensor para detectar Bisfenol A (BPA), un compuesto químico procedente del plástico, en muestras de leche. Diversos estudios demuestran que la exposición a esta sustancia produce alteraciones hormonales e influye en el sistema cardiovascular y reproductor.

Crean un sensor que detecta compuestos químicos procedentes del plástico en la leche

Investigadores del Departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de Jaén han creado un sensor para detectar Bisfenol A (BPA), un compuesto químico procedente del plástico, en muestras de leche. Diversos estudios demuestran que la exposición a esta sustancia produce alteraciones hormonales e influye en el sistema cardiovascular y reproductor. De ahí que los expertos quisieran detectarlo a través de un procedimiento automático de bajo coste como el que han desarrollado y que detallan en la revista Talanta.

Investigadora del Departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de jaén

Investigadora del Departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de jaén

Fundación Descubre

Los químicos de la Universidad de Jaén han implementado un sensor para el análisis de BPA en leche. La novedad es la elevada sensibilidad del dispositivo, es decir, detecta cantidades muy pequeñas del compuesto. ?La Unión Europea establece el Límite Máximo de Residuo (LMR) para Bisfenol A en 0,6 miligramos por kilogramo. Por debajo de esa cifra no existen problemas de toxicidad, por eso queríamos que nuestro sensor detectara cantidades inferiores?, detalla a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Jaén, Antonio Ruiz Medina.

En este sentido, el sensor desarrollado en la Universidad de Jaén detecta dosis en torno a 0,19 microgramos por kilogramo. ?Esto supone concentraciones 3.000 veces más pequeñas que las que establece la normativa europea?, subraya.

A la elevada precisión se suma la ventaja de que el sensor es automático, es decir, utiliza un sistema de válvulas y un software que toma la muestra de forma mecánica, la aspira y la transporta al lugar de análisis. ?El operario tan sólo toca una tecla en el ordenador y se arranca todo el proceso?, resume.

Esta automatización minimiza los errores y conlleva un ahorro en las muestras, los reactivos y los residuos. ?Es lo que denominamos la química verde, que genera escaso impacto ambiental?, destaca y apunta la utilidad del sensor para la industria alimentaria. ?Podría implementarse en departamentos de control de calidad de alimentos?.

Analizando muestras de leche

La técnica posibilita el análisis de concentraciones pequeñas y así logran que el sensor resulte muy sensible.

El método que proponen los expertos para determinar la presencia y cantidad de Bisfenol A en leche aprovecha las cualidades fluorescentes de este compuesto, por eso utilizan un fluorímetro, que mide esta característica. No obstante, la novedad del proceso radica en que los investigadores retienen la molécula sobre una resina, un soporte sólido, para concentrarla y separarla de otros compuestos. Esta técnica posibilita el análisis de concentraciones pequeñas y así logran que el sensor resulte muy sensible.

Los investigadores han aplicado este método preciso y automático a muestras de diferentes tipos de leche: líquida, en polvo e infantil.

¿Qué es el bisfenol A?

El bisfenol A es un producto químico que se utiliza desde hace muchos años para la fabricación de policarbonatos, un tipo de plástico rígido y transparente que se emplea en envases de alimentos como botellas retornables de bebidas, biberones, vajilla (platos y tazas) y recipientes. Como todos los materiales que entran en contacto con los alimentos pueden ceder a los mismos pequeñas cantidades de sus componentes y ser ingeridos. En el caso de los biberones a base de policarbonato, cuando se calientan, en determinadas condiciones, pequeñas cantidades de bisfenol A pueden migrar al agua que se utiliza para preparar el biberón. De hecho, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, según sus siglas en inglés)  prohibió hace dos años el uso del bisfenol A para la fabricación de biberones a base de policarbonatos para lactantes.