Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Diseñan nuevos sistemas para controlar la calidad de los alimentos mediante infrarrojos

"El infrarrojo cercano es la técnica más limpia y menos agresiva para la detección de fraudes, así como para la autentificación de productos y para la certificación"

Universidad de Córdoba

Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba estudia la aplicación de técnicas de espectroscopía por infrarrojo cercano (NIRS) para el análisis de los alimentos. Un método menos agresivo que los habitualmente utilizados (muchos de ellos químicos) y que además puede ofrecer resultados de una forma mucho más rápida y eficiente

Diseñan nuevos sistemas para controlar la calidad de los alimentos mediante infrarrojos

Saber si una hortaliza está lista para su recolección; acertar con el grado de acidez cuando se elige una naranja; confirmar que un jamón es ibérico de bellota cien por cien, que su sabor no defraudará, en definitiva, obtener productos agroalimentarios con la calidad adecuada son asuntos que preocupan a la industria y a consumidores desde hace décadas. El control de esa calidad se ha trabajado usando multitud de fórmulas, muchas, empleando métodos químicos, destructivos de alto coste y cuya respuesta a veces requiere mucho tiempo (horas a semanas).

La técnica de espectroscopía por infrarrojo cercano (NIRS, según sus siglas en inglés), sin embargo, se ha revelado como la forma menos agresiva para conocer las características de un alimento, según han demostrado estudios del grupo de investigación de Ingeniería de Sistemas de Producción Agroganaderos del ceiA3, ubicado la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba. Grupo que trabaja en estos momentos en varios proyectos internacionales dirigidos a la optimización de instrumentos NIRS para el análisis no destructivo e instantáneo de productos agroalimentarios.

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Uno de ellos ha sido patentado por el Departamento de Agricultura de EEUU y combina la técnica de imagen con la tecnología NIRS. Una cámara de infrarrojo cercado devuelve una información detallada sobre las cualidades químicas y físicas (visibles y no visibles ) de diferentes productos agroalimentarios. El trabajo del equipo cordobés es lograr que ese sistema funcione a la misma velocidad que las cadenas de procesado. De esta forma se podrían obtener certificaciones de calidad en tiempo real y de forma individualizada.

La responsable de la Unidad de Sensores Espectrales No Destructivos del grupo de investigación, la profesora Ana Garrido Varo, explica que los resultados que están obteniendo apuntan a que no tardarán demasiado en conseguirlo e insiste en que el infrarrojo cercano es la técnica "más limpia y menos agresiva" para la detección de fraudes, así como para la autentificación de productos y para la certificación.