Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Un informe desmonta los argumentos que suprimieron las normas de calidad para frutas y hortalizas

El estudio sobre normas de frutas y hortalizas desmonta los argumentos que empleó la Comisión Europea para su supresión

FEPEX

El debate sobre la eliminación de 26 de las 36 normas de calidad comercial aprobada por la Comisión Europea y que entró en vigor en julio de 2009 sigue abierto, después de que en el grupo consultivo de frutas y hortalizas del 18 de abril se presentara un estudio que concluye que los argumentos utilizados por la Comisión para aprobar la supresión de estas normas no se han cumplido.

Zona de hortalizas en supermercado

El estudio, financiado por la Comisión Europea y realizado por AND Internacional, concluye que los hechos no han confirmado los argumentos a favor de la eliminación de las normas, pero tampoco han confirmado los argumentos en contra.

Sobre los argumentos a favor, muchos de ellos esgrimidos por la Comisión en múltiples declaraciones, el estudio concluye lo siguiente:

  • Disminución del precio al consumidor. No se ha producido: "No ha habido impacto de la derogación sobre el precio pagado por los consumidores"
  • Ahorro de costes en los controles exigidos por las normas de comercialización abolidas. No se ha producido: "Los costes ligados a los controles parecen estables para los operadores"
  • Simplificación reglamentaria. "La simplificación es sólo parcial". "La situación se ha hecho más compleja para los productores", ya que, explica el informe, existen tres tipos de frutas y hortalizas: las que siguen la norma general establecida por la Comisión tras la derogación de las normas específicas, las frutas y hortalizas para las que existe otra norma específica desarrollada por otros organismos internacionales, principalmente la CEE_ONU, y que por tanto se pueden acogerse a ella y los productos que tienen norma específica en el marco comunitario.
  • Diversificación de la oferta. No se ha producido: "La derogación de las normas no ha supuesto una diversificación de la oferta de los productos comercializados".
  • · Disminución de los destríos: "la tasa de destríos no ha evolucionado significativamente".

El estudio apunta además que las normas de comercialización son útiles. Específica que "las normas específicas de comercialización derogadas… proponían un marco común que se adaptaba a las exigencias de la distribución". "El empleo de un lenguaje común es útil" como lo demuestra el hecho de que los operadores siguen empleando normas específicas desarrolladas por otros organismos internacionales como la CEE-ONU.

Las conclusiones del estudio fueron presentadas por la Comisión en el grupo consultivo de frutas y hortalizas del miércoles pasado 13 de abril. Está compuesto por dos partes: por un lado, se estudia el impacto de la derogación de las normas específicas de comercialización de los cultivos de zanahoria, melón y champiñón en Alemania, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido. La segunda parte trata sobre el impacto de la aplicación de la norma de comercialización de manzanas en Polonia.

Para FEPEX, el estudio encargado por la Comisión, desmonta los argumentos empleados por la propia Comisión para justificar la eliminación de las normas de calidad comercial para 26 frutas y hortalizas. En consecuencia, las normas derogadas deberían recuperarse, puesto que aportan valor añadido a la actividad agraria y contribuyen a la transparencia de los mercados.