Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

El campo se convierte en "sector refugio" para el empleo frente a la crisis económica

Extenso informe de ls servicios técnicos de COAG sobre la situación y evolución del empleo agrario durante 2010

COAG

La crisis económica general ha cambiado la dinámica de pérdida de empleo agrario, al bloquearse los trasvases de mano de obra a otros sectores y absorber el sector agrario desempleados en el medio rural. El número de activos del sector agrario se ha incrementado en 40.000 trabajadores en 2010, alcanzando casi un millón de personas.

Edad y Sexo

3. EDAD Y SEXO DE LOS OCUPADOS AGRARIOS

Los datos de ocupados segmentados por edades es una valiosa información que nos ofrece la EPA. Sobre todo porque nos permite comparar la estructura de edad en el sector agrario con la media del conjunto de sectores económicos.

Observando la gráfica que hemos elaborado (abajo) aparece reflejado claramente el desplazamiento hacia las zonas de la derecha (mayor edad) de la curva del sector agrario respecto a la media de los sectores económicos. Esto significa que no se están incorporando suficientes trabajadores/as jóvenes al sector como para permitir mantener una estructura de edades equilibrada similar al resto de sectores económicos. El envejecimiento de los ocupados agrarios resulta muy relevante.

También la baja proporción de mujeres y jóvenes al frente de las explotaciones supone una grave amenaza para la viabilidad de las mismas, ya que nuestras explotaciones presentan carencias estructurales que deben ser afrontadas principalmente por las jóvenes generaciones, así como con una participación plena de las mujeres: innovación, diversificación, tecnología, gestión, técnicas de valorización de los productos, etc. Sin embargo, las mujeres y los jóvenes que se hacen cargo de explotaciones se enfrentan a una situación de incertidumbre sobre el futuro de la agricultura y la ganadería, que se ve agravada por importantes problemas sociales y estructurales.

Los datos de la EPA demuestran que la agricultura continua siendo una profesión mayoritariamente masculina, en la que únicamente trabajan un 26% de mujeres. La incorporación de un mayor número de mujeres a la agricultura y ganadería, al igual que ha sucedido en otros sectores de la vida económica, es uno de los principales retos cara al futuro.