Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Dioxinas en Alemania: el Parlamento Europeo pide un mayor control de la producción agrícola

La Comisión se propone revisar los mecanismos de vigilancia en la elaboración de piensos

Parlamento Europeo

La crisis de las dioxinas en Alemania causó el cierre de miles de granjas que habían alimentado a sus animales con piensos industriales, y llevó a los eurodiputados a exigir más seguridad en la fabricación de estos productos.

Dioxinas en Alemania: el Parlamento Europeo pide un mayor control de la producción agrícola
Huevo

Durante la sesión plenaria de enero, el comisario europeo de Sanidad y Política de Consumidores, John Dalli, anunció que además de estar considerando normas más estrictas para el control de las dioxinas, la Comisión se propone revisar los mecanismos de vigilancia en la elaboración de piensos, examinando la posibilidad de reforzar la separación de grasas para uso alimentario y para uso industrial.

Apoyo del PE

Los grupos mayoritarios del Parlamento Europeo apoyaron esta separación. Así, tanto el eurodiputado del grupo del Partido Popular Europeo Albert Dess, como el socialista Ulrike Rodust (ambos alemanes), sugirieron penas más severas en los casos de negligencia grave en la manipulación de alimentos. Por su parte, el también alemán Martin Häusling, del grupo de Los Verdes, habló de la necesidad de acometer cambios importantes, ya que "la comida debería provenir de granjas, no de plantas industriales", dijo.

El pasado 24 de enero, durante la reunión de la comisión de Seguridad Alimentaria de la Eurocámara, el diputado holandés del grupo de Los Verdes Bas Eickhout sugirió la utilización de colorante en las grasas para asegurar la detección inmediata de usos ilegales con fines no alimentarios.

Antecedentes

En diciembre de 2010, las autoridades sanitarias de Alemania descubrieron dioxinas causantes de cáncer en huevos y aves de corral. La contaminación se produjo como consecuencia de mezclar grasas para uso industrial con grasas de producción alimentaria.

A raíz de este hecho, miles de granjas alemanas fueron cerradas, mientras que Países Bajos y Reino Unido detectaron productos potencialmente contaminadas en sus importaciones. Dichos productos llegaron igualmente a Francia y Dinamarca.

Desde entonces, varios países han prohibido importar productos agrícolas procedentes de Alemania, incluyendo Corea del Sur, China y Eslovaquia, si bien este último decidió levantar cualquier restricción a mediados de este mismo mes.

Llamamiento a la moderación

Aunque se pudo comprobar que los huevos de algunas granjas alemanas superaban cinco veces el límite legal de compuestos químicos, los consumidores tendrían que comer enormes cantidades de huevos y derivados para que su salud corriera un riesgo grave.

La Comisión Europea sostiene que no hay motivos para prohibir a Alemania exportar sus productos agrícolas en la medida en que estos no suponen "un riesgo inmediato para la salud". Además, tildó de "desproporcionadas" las restricciones impuestas por Corea del Sur.