Boletín Agrario Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural

Se requiere el pago de las indemnizaciones por los daños de la lengua azul

La "Alianza por la unidad del campo" exige a la Consejería información clara y precisa

COAG-UPA, Castilla y León

Las organizacioes COAG y UPA, a través de su "Alianza por la Unidad del Campo" exige a la Consejería de Agriculturade Castilla y León información clara y precisa sobre el procedimiento que se ha llevado a cabo por parte de la administración con respecto a la vacunación de lengua azul y los problemas surgidos en algunas explotaciones.

Se requiere el pago de las indemnizaciones por los daños de la lengua azul

La Alianza por la Unidad del Campo, que conforman las organizaciones UPA y COAG, denuncian la gravísima actuación de la Junta de Castilla y León al denegar las indemnizaciones prometidas por los daños provocados a las explotaciones de ovino y vacuno que fueron vacunadas contra el mosquito de la lengua azul.

La elevada mortandad de animales provocada por las distintas variaciones de la vacuna y por la forma de aplicación de las dosis inmunológicas por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería en el 2009, en muchos casos no encuentra ningún tipo de compensación por parte del Gobierno regional, a pesar de las promesas del director general de Producción Agropecuaria a las organizaciones agrarias.

COAG y UPA denuncian la actuación de la Junta con vacunaciones que trajeron efectos secundarios muy gravosos en los días posteriores a su aplicación, provocando cientos de animales muertos, altísimos porcentajes de infertilidad y de abortos. Resulta incomprensible que la solicitud de las ayudas se esté denegando por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería cuando su responsabilidad es directa en las pérdidas económicas en no pocas explotaciones ganaderas de la región.

A través de las resoluciones que han llegado a los ganaderos en días pasados se deniega la indemnización por no ajustarse a lo establecido en el artículo 21 de la Ley 8/2003, de 24 de abril, de Sanidad Animal. Por este motivo, UPA y COAG denuncian el incumplimiento de los criterios que se habían adoptado por la Dirección General de Producción Agropecuaria, que consistían en comparar la mortandad acontecida en la explotación en el año 2009 con la de los dos años anteriores (2007 y 2008) en el caso del ganado ovino, y con la de tres años anteriores (2006, 2007 y 2008) en el caso del vacuno.

Por este motivo solicitamos que de manera inmediata se facilite a las organizaciones agrarias una información fiable del total de los expedientes con incidencias tras la vacunación que se han tramitado en la región, los que han sido denegados y los que han sido aprobados, los importes concretos concedidos a los ganaderos indemnizados, así como los criterios que se han adoptado para proceder a estas indemnizaciones.

La Alianza por la Unidad del Campo considera necesaria la publicidad de todos estos datos, con la finalidad de que se clarifique todo el procedimiento que se ha llevado a cabo por parte de la administración con respecto a la vacunación de lengua azul y los problemas surgidos en algunas explotaciones, para evitar en última instancia la desconfianza y la confusión que se ha generado en el sector ganadero con respecto a la misma.

De hecho, en su día se confirmó que al menos 13.000 animales murieron en las explotaciones ganaderas de la región al mismo tiempo que la aplicación de la mencionada vacuna, sin que la propia Administración regional haya sabido explicar en ningún momento el porqué de esa elevadísima prevalencia de muertes y si hubo otro motivo distinto al de la vacunación.

COAG y UPA exigen a la Junta que rectifique y que indemnice de inmediato a todas las explotaciones afectadas, y para eso debe mostrar no solo eficiencia sino responsabilidad, dada la situación extrema en la que quedaron los ganaderos, no solo por las durísimas restricciones de movimiento del ganado por la lengua azul asumiendo costes elevadísimos, sino también por el altísimo porcentaje de bajas en muchas explotaciones, bien por la vacunación en sí, o bien por su errática aplicación.