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Los precios del gasóleo agrícola y el "tarifazo" eléctrico ponen en alerta al campo español

La Unió denuncia que el precio del gasóleo agrícola en la Comunidad Valenciana creció un 42% en 2010

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Un informe de la Unió revela que el precio del combustible agrícola en la Comunidad Valenciana creció un 42% a lo largo del pasado año 2010, destacando el fuerte incremento del 14% registrado tan sólo en el último mes. Pero esta situación no es excepcional del levante español y el fuerte incremento no sólo se limita al combustible, como evidencia la reciente subida en la tarifa de la luz.

Un informe realizado por los servicios técnicos de la Unió de Llauradors y Ramaders de la Comunidad Valenciana revela que el precio del gasóleo agrícola creció en esta comunidad hasta un 42% a lo largo del pasado año. Con una media de 88 céntimos de euro por litro de gasóleo B, la Unió alerta que esta cifra supone una marca histórica jamás registrada antes. Es destacable, a la vez que alarmante, la subida del 14% sufrida por este combustible fósil tan sólo en el último mes. Para elaborar el informe los técnicos de la Unió han analizado precios de todas las gasolineras valencianas que expenden gasóleo agrícola, empleando los datos recogidos por el Ministerio de Industria. Por porvincias, Alicante presenta el precio más elevado con 89 céntimos el litro, mientras que en Castellón esta cantidad cuesta de media 0,87 €. (Valencia 0,88 €/l).

La Unió explica que, tomando como referencia un depósito de combustible de 80 litros, "la capacidad media del depósito de un tractor de los que podemos encontrar en el campo valenciano", llenarlo completamente le costaba al agricultor levantino alrededor de 50 euros a inicios de 2010, mientras que a fecha de hoy esta misma operación tiene un coste no inferior a 70 euros. Más exaeradas son las diferencias si nos retrotraeos diez años atrás: el informe de la Unió indica que el precio del combustible agrícola en la Comunidad Valenciana creció un 238% durante la última década.

" Con esos precios lo cierto es que a los agricultores valencianos les cuesta cada vez más dinero llenar el depósito de gasóleo de su tractor a tenor de los máximos históricos en los que se encuentra en estos momentos", denuncian desde la Unió.

Camión cisterna de gasóleo

Camión cisterna de gasóleo

Pero este aumento en el precio del combustible no se circunscribe ni limita al Levante peninsular. Tampoco las reacciones por parte de los agricultores. Este martes desde la delegación provincial de ASAJA en Ciudad Real denunciaban también el fuerte encarecimiento del combustible en esta provincia, que a principios de año se sitúa en 80 céntimos por litro, una cifra algo más baja que en el caso valenciano aunque el panorama que dibujan es bastante similar. El precio del litro de gasóleo B en Ciudad Real era, a comienzos de 2010, de 0,61 euros, lo que supone un aumento del 30% a lo largo del último año. E igual que en el caso anterior, las diferencias se pronuncian a medida que retrocedemos en el registro histórico: en el año 2000 el precio era de 45 céntimos y en 1999 un litro de gasóleo B apenas costaba 30 céntimos de euro (un 266% menos que hoy).

"ASAJA lamenta que los precios del barril Brent de petróleo y del gasóleo agrícola sólo experimentan una evolución paralela en periodos de subida, y no cuando la tendencia es a la baja", añaden en su nota de prensa.

El "tarifazo" eléctrico

La nota de ASAJA no sólo se limita a denunciar el encarecimiento del gasóleo agrícola. Su encabezado es tan elocuente en este sentido como explícito: "Los precios del gasóleo y la electricidad ahogan a agricultores y ganaderos"

Torre eléctrica de alta tensión

En el caso de la electricidad destacan que la liberalización del mercado eléctrico ha traído incrementos en la tarifa, en algunos casos, por encima del 100%. Hay que recordar en este punto la última noticia que publicábamos en 2010, ASAJA Sevilla anunciaba su intención de denunciar ante los tribunales de Competencia el caso de las compañías eléctricas. En su denuncia llegan a calificar el actual estado de libre mercado como "una falacia", "puesto que ni es transparente, ni se da una competencia real entre las suministradoras, ni existe por tanto posibilidad de elección para el consumidor".

Volviendo a la nota de la delegación en Ciudad Real de esta misma organización agraria, en su comunicado también se hacen eco de las "innumerables quejas recibidas" por parte de agricultores de ASAJA en relación a carencias en la prestación del servicio de suministro eléctrico, "con retrasos de varios meses en la facturación eléctrica; existencia de facturas cobradas en cuentas no pertenecientes a los clientes; incumplimiento de las solicitudes de modificación demandadas por los consumidores en cuanto a la reducción de potencia según los periodos de consumo o errores en la facturación", indican.

Además de las subidas de precios en estas fuentes energéticas de primera necesidad para la actividad agricola moderna, ASAJA también denuncia el fuerte incremento experimentado por los productos fitosanitarios. "Uno de los más empleados, la urea, está a 0,36 céntimos el kilo, frente a los 0,27 del año pasado, o lo que es lo mismo 15 pesetas más caro el kilogramo".

ASAJA Ciudad Real advierte que este encarecimiento de productos básicos para el desarrollo de las explotaciones agropecuarias está "ahogando a miles de agricultores y ganaderos de la provincia, que ven como sus gastos aumentan sin parar mientras cada vez reciben menos dinero por sus productos". Una opinión que es general en todo el campo español.

Es difícil olvidar en este contexto las recientes informaciones que colocan nada menos que a los dos últimos ex presidentes como asesores de alto nivel en dos compañías eléctricas distintas. Don Felipe González Márquez cobrará 126.500 euros por su imprescindible tarea, mientras que don José María Aznar López recibirá una mordida anual de 238.010 euros gracias a sus sabios consejos. Las compañías son Gas Natural Fenosa y Endesa, huelga decir cual corresponde a cada uno. Es evidente que, desde una perspectiva cuantitativa, estos hechos no pasan de ser meramente "anecdóticos" para los intereses de nuestra agricultura. Pero siempre hay algo más, especialmente si se trata de dos señores que cobran 80.000 euros anuales por haber sido presidentes del Gobierno de España. El malicioso lector estará pensando que, por fortuna, ellos no necesitaron 41 años para cobrar la "pensión completa". De todas formas, ante tales ejemplos queda patente que la expresión "apretarse el cinturón" no tiene el mismo significado para todos.

Volviendo a cuestiones de mayor calado práctico, desde la Comunidad Valenciana los responsables de la Unió vuelven a recordar a este Gobierno los compromisos adquiridos en su día con el sector agrario "y que se han incumplido año tras año", exigiéndole que ponga en marcha, "de una vez por todas [...] un auténtico y real gasóleo profesional". Destacan la importancia de un verdadero régimen especial de combustibles agrícolas, sobre todo en los duros momentos que atraviesa nuestra economía en general y muy particularmente los sectores agrícolas y ganaderos. "El gasóleo profesional para el sector agrario es una medida importante para tratar de aliviar la tremenda crisis de rentabilidad que esta soportando el sector desde hace ya unos años. Por el contrario parece que el Gobierno opta únicamente por la devolución de las cuotas del Impuesto de Hidrocarburos, un dinero que los agricultores ya han adelantado".